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Colegida nº CM875
Como detectar el acoso escolar en nuestros hijos...

¿Cómo podemos detectar que nuestro/a hijo/a es víctima de acoso escolar?

Según el Informe Cisneros X (2007) (Oñate,A y Piñuel, I) en España 1 de cada 4 alumnos entre 2º de Primaria y 2º de Bachillerato está expuesto a violencia de algún tipo en su entorno escolar.

El acoso escolar no es una discusión o pelea puntual, se trata más bien de conductas de hostigamiento que se cronifican en el tiempo y generan  indefensión en el menor. Cualquier niño o niña puede ser víctima de acoso escolar y un problema fundamental es que tiende a ocultarlo. Sienten miedo, culpa, vergüenza y se habitúa a la situación de maltrato, de manera que puede pasar el tiempo y padres y madres no seamos conscientes de lo que está sufriendo a diario.

Por esta razón es de vital importancia estar atentos a los indicadores que quizá se nos están pasando por alto. De la misma manera que cuando son pequeños estamos atentos a la fiebre, al llanto o a un proceso vírico en nuestros hijos e hijas, coloquémonos las gafas del acoso escolar, prestemos atención a conductas, cambios, señales…y actuemos en consecuencia.

Un chico o chica víctima de acoso escolar puede presentar los siguientes indicadores:

  • Pérdida o deterioro de sus pertenencias en el colegio o instituto a menudo.
  • Cambios de conducta evidentes.
  • Reacciones de ira en casa inusuales.
  • Obsesión por móvil, videojuegos o redes sociales que aumentan su aislamiento.
  • Golpes, heridas, quejas de caídas frecuentes.
  • Pesadillas, alteraciones en el sueño. Cambios en el apetito.
  • Enuresis. Somatizaciones: dolores de cabeza, de estómago, vómitos.
  • Cambios de relación social. Deja de salir con amigos.
  • Pasa mucho tiempo en soledad.
  • Abandona actividades que realizaba con amigos o rehúye encontrarse con ellos por la calle.
  • No quiere ir a excursiones escolares.
  • Evita hablar del colegio o instituto.
  • Pide ir acompañado a la entrada o la salida.
  • Empeora su rendimiento.
  • Tiene cambios bruscos de humor.
  • Pobre autoestima.
  • Con frecuencia muestra tristeza, llanto, irritabilidad.
  • Miedos, ansiedad.
  • Se muestra ausente, desconectado/a.
  • Ideación autolítica. Intentos de suicidio.

 

Es muy probable que en el entorno escolar tengan una actitud pasiva, inhibida, bloqueada; y por el contrario, en casa muestre irritabilidad y conductas agresivas.

Conocer estos indicadores puede ayudar a padres y madres a percibir determinadas señales en sus hijos o hijas que les alerten y así puedan intervenir lo antes posible. Por tanto, si observamos indicadores de este tipo debemos hablar con nuestro/a hijo/a, escucharle atentamente y darle todo nuestro apoyo, reforzarle por contarlo y ponernos manos a la obra.

 

María De La Cruz