Esta mañana me han preguntado en el cole qué son las emociones. Vaya pregunta!!

Las emociones son por ejemplo cuando me enfado porque quiero jugar a la nintendo pero mis padres no me dejan y empiezo a notar calor, se me arruga la cara y tengo ganas de gritar. ¿A que todos la notáis de vez en cuando? No pasa nada, es normal.

También es una emoción cuando mis padres me felicitan por mi esfuerzo o me dicen que me quieren, y siento una sensación de bienestar e ilusión, que me empuja a reír y me da ganas de saltar y correr. Esta se llama alegría y a mi es la que más me gusta.

Otra emoción es cuando me siento asustado. Y yo no soy el único, todos tenemos miedos. A mi hermano pequeño le da miedo dormir a oscuras y mi madre le pone una lucecita en su habitación; a mí me da miedo que un perro grande venga corriendo hacia mí, dicen que solo quieren jugar pero… ¿y si ese día está enfadado? los perros también tienen emociones…

Una emoción muy importante que no me gusta sentir es cuando mi padre se va a de viaje de trabajo y me da mucha pena, se me encoge el estómago, tengo ganas de llorar y no encuentro nada que me consuele. Necesito que mi mamá me ayude. Es la emoción de la tristeza y es tan fea que yo solo no la soporto.

Lo más importante de las emociones es conocerlas y buscar ayuda cuando no sabemos qué hacer con ellas. También es importante saber notarlas en los demás para poder ayudarles. Hace poco mi compañero de mesa tenía mala cara y estaba a punto de llorar, en cuanto me di cuenta le pregunté qué le pasaba y si yo podía ayudarle, me dijo que estaba triste porque le preocupaba un examen. Me acordé de algo que siempre me dice mi madre “confía en ti y salga lo que salga estará bien”, se lo dije a él y me ofrecí para ayudarle. Le cambió la cara y de repente pasó de la tristeza a la alegría. La verdad es que yo también me sentí bien.

¿A que no es tan difícil entender de emociones? Solo hay que observar, preguntarte como te sientes y cuál es la causa. Y cuando lo descubres te sientes mejor y ya estás preparado para descubrir qué hacer para encontrar la solución.

Todos, pequeños y mayores, chicos y chicas, padres e hijos,… todos tenemos emociones. No es malo sentir enfado, ni tener miedo. Y si aprendemos a comprender las emociones de los demás nos llevaremos mejor y nos entenderemos los unos a los otros.

Muchos adultos, que todo lo hacen más difícil, no saben de emociones y no se entienden a sí mismos ni a los demás. Espero que leyendo mi blog, yo pueda ayudarles…

El blog del pequeño Dani.

Maria De La Cruz